Cómo hacer frente a los retos de la seguridad contra incendios en la industria de los residuos y el reciclaje

Los residuos están presentes todas las instalaciones, desde las residenciales hasta las industriales. La forma en que se manejan estos desechos varía entre países y regiones. Hay empresas enteras que centran su negocio en recepcionar y procesar basura. Algunos clasifican y reciclan materiales como plásticos, papel y vidrio. Algunos recolectan o reciben cualquier cosa que se considere de valor potencial por sus piezas y componentes, incluidos electrodomésticos y dispositivos que funcionan con baterías. Otros siguen recolectando basura mezclada o no reciclable y la llevan a sus vertederos o plantas de incineración. La combinación impredecible de materiales y sustancias que acaban en las plantas de gestión de residuos, más las condiciones y actividades operativas, los convierten en entornos peligrosos con riesgos continuos de incendio elevados.

En las últimas décadas, las baterías de litio se han utilizado más que nunca en dispositivos portátiles, dispositivos de mano, juguetes y artilugios. Las pequeñas pilas de botón también se insertan en tarjetas de felicitación con audio o animación. A menudo, sin saberlo, se eliminan incorrectamente en el reciclaje, y debido al brillo o a los elementos pegados, las tarjetas no se pueden reciclar como papel, o se tiran a los contenedores de basura generales con la pila aún adentro. Estas pilas pueden incendiarse o propagar un fuego fácilmente, o incluso arder si se sobrecalientan.

Incluso antes de la pandemia de Covid-19, los consumidores podían comprar toallitas, geles y jabones de manos antibacterianos para el uso diario. Sin embargo, las ventas de estos artículos han aumentado enormemente desde 2020. Además, ahora todos los locales que reciben una afluencia importante de visitantes, desde tiendas y cafés hasta hoteles y edificios de oficinas, cuentan con dispensadores para las manos. Las superficies se limpian con agentes de limpieza antibacterianos similares. Por lo general, estos productos contienen entre un 60 y un 70 % de alcohol, lo que los hace extremadamente inflamables. Para las profesiones del sector de la salud, la OMS incluso proporciona directrices sobre su almacenamiento, uso y eliminación, que incluyen: "Se deben realizar evaluaciones de riesgo sobre el uso de desinfectantes para manos con alcohol... y la eliminación de envases/dispensadores usados y existencias caducadas, teniendo en cuenta los riesgos de incendio". Pero el consumidor estándar tira las toallitas usadas en la basura habitual y quizás reciclan las botellas de plástico de gel, lo que aumenta aún más los riesgos de incendio en los sitios de gestión de residuos.

Los artículos que se desechan con frecuencia pueden presentar riesgos de explosión o hacer que las llamas se propaguen en segundos. Las latas de aerosol, los restos de cosméticos o productos de limpieza, los encendedores de cigarrillos y los artefactos rotos contribuyen a las montañas de basura. Las fuentes de calor y movimiento (excavadoras, cintas transportadoras de clasificación o maquinaria compactadora, luz solar intensa, túneles de viento entre construcciones y pilas de desechos, y actividad humana en el lugar) tienen el potencial de agitar este cóctel de riesgos de incendio. Al incendiarse, es probable que las llamas sean alimentadas continuamente por los propios desechos y por condiciones secas y polvorientas. Esto permite que los incendios se propaguen por un área amplia en cuestión de minutos, lo que representa un peligro para la vida y el medio ambiente debido a las llamas, al humo tóxico de las sustancias químicas o los materiales incendiados.

Otra característica de los sitios de gestión y procesamiento de residuos es que muchos de estos locales están total o parcialmente al aire libre. Existe un riesgo adicional de que las personas arrojen basura sin clasificar fuera del horario de funcionamiento, lo que podría incluir materiales o sustancias inflamables que su servicio de recolección de basura habitual no aceptará. Además, no solo las condiciones de viento y la luz solar intensa pueden desencadenar llamas y provocar incendios. Estas áreas abiertas están expuestas al ataque de pirómanos, especialmente durante la noche. Las llamas no se detendrán en el perímetro del sitio comercial, continuarán arrasando alrededor y a través de cualquier edificio y maquinaria que haya en su camino. Incluso cuando los bomberos llegan al lugar, la velocidad de los incendios en las plantas de desechos a menudo implica que es demasiado tarde para salvar algo.